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ns 38 DiA PRIMERO mitarle , sino enseñar á todos, que antes de emprehen- der hacerse Clerigos , examinen bien si son llamados; porque a la verdad , si esros defeétos nacen de una vehemente propension al siglo, á las vanidades , y de» loytes , y de un genio como connatural A tales cosas, y notablemente adverso a la conduéta de Eclesiasticos; pocos, Ó muy raros serán llamados de Dios para su Iglesia. No; Non congregabo conventicula eorum. (11) No me persuado que haya gran coro de ellos en el Cielo ; y asi no solo los Señores Obispos , a quienes principalmente incumbe discernir las vocaciones de los pretendientes A los Ordenes , sino tambien los direéto= res, que: rijan sus conciencias , deberán irse despacio en examinar , y mucho mas en aprobar vocaciones de tales sugctos ¿ no saltemos luego con que su deseo fue alguna llamarada de fervor. , que tanto mas presto se apaga , 0 se resfria , quanto ardía mas aítivamente, y nos hallemos con la maula en casa. En caso de duda, que tomen otro destino. 20 La tercera señal cierta de no haber vocacion al Clericato. es , desear, 9 pretender el estado:con fin malo , 0 humano puramente 5 y asi pecan los que por fines tales reciben los Ordenes Sagrados. Por exemplo, los que hacen pendiente su eleccion de estado de lo- grar , 0 no. alguna buena renta , Capellania , Canoni- cato , 0 Prebenda-, diciendo allá en su corazon : Si logro con que pasarlo bien , me ordenaré ; pero si Con- sigo esposa que trayga buena dote, 0 alcanzo alguna plaza , 0 empleo seglar acomodado , no entiendo de ordenarme. Estos ,-y-otros tales pecan (ex genere suo) mortalmenie en ordenarse. Y (11) Psalm.- 45. Y. 4.