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ner 132 DIA PRIMERO Ennos mas, y á otros menos, consiguientemente al Minis- terio 4 que en la Iglesia los llamó ; pre parandoles A pro- “porcion de él las prendas , dotes, y gracias naturales, y sobrenaturales convenientes para su congrua execucion, como por todos enseña el Angelico Maestro. (8) 6 La necesidad de esta Divina vocacion para en- trar debida , y dignamente al Clericato es tan notoria, que apenas hay pagina Sagrada en que se trate de ella, en que no se Vea claramente ser absolutamente necesa- fia : pues aun el mismo Christo Señor muestro , para exercer el ministerio de la predicacion , hizo presente A su auditorio , que no se introducia á predicarles por “su proprio arbitrio , sino por mision , y precepto de «su Padre. Asimismo dá en diversas partes testimonio de haber llamado él á sus Apostoles para Ministros de su Iglesia : y aun en la Synagoga tenia pena de "muerte qualquiera que, sin ser de la Tribu eleéta pa- ra el Sacerdocio , se eorodcia á exercer algun minis- terio en el Sagrado Templo. 7 De esta conclusion indubitable , y por eso aun “mas supuesta que probada en los Autores , se infiere claramente , que peca mortalmente quien sin esta vo- cación se atreve a entrar en el estado Clerical; sin que necesite para persuadiroslo citar Autores , ni Concilios: porque , como reflexiona San Bernardo : (9) Si entrár en casa de el Regulo menor 4 ministrar , y exercer los ministerios de “sus familiares sin llamarle A ello ,:fue= ra delito muy notable : ¿quánto mayor crimen serásen= trar en casa de el Supremo Rey A exercer los ministe- rios mas altos, y santos, sin-su vocacion? Y siendo es- .. (8) D. Thom. ubi supra num. 3. (9) D. Bernard. ubi supra num. 6. dz

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