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na 28 + DIA PRIMERO «12 Pues si yo he subido por «estos pasos al :Or- «den , que ya tengo , si este fue el. examen de mi voca- «cion y ¿cómo .concluiré ahora, con prúdencia., que vi- ne 4: la Iglesia. llamado dé «Dios muestro Señor ? ¡Oh, y cómo ya. todo me estremezco! ¿Oh , y cómo mi co= razon está turbado en «mí, temiendo haber, sido intru- -so enel estado! ¿Ay de mí, que tan. ciegas vine A £11: Obogay!scons quánta:razon me puedo decir 2-mí lo que.San «Bernardo dice-por-otro tan temerario éomo yo : (6):¿ Dónde tenia entonces los ojos de el entendi- miento ? ¿Dónde estaba el temor de Dios? ¿Dónde «el»miedo justo de la cuenta estrecha , que yo, y todos dos Eelesiasticos hemos de dar, de nuestra venida al Clericato? ¿Qué :responderia yo:s'«si antes de «estos Exercicios (en que espero el remedio de este , y to dos los- otros yerros de mi vida , con el favor de Dios, queme ha traido á eílos) hubiera llegado la hora de ami muerte y y Vos , Señor , viendome comparecer Cle- tigo'en.yuestro Tribunal , me hubierais. preguntado, como al: de la parabola de San Matheo: cómo has en- trado aqui? ¡Ay , Señor! que ya Conozco», que no po- _ dria responder confiadamente : porque me llamasteis h la Iglesia Vos mismo por vuestra dignacion, No , no me atreveria á responder asiz.y por eso estoy ya te= wmiendo por- instantes la sentencia que disteis h aquel Siervo intruso: Arrojadle atados pies , y manos en las tinieblas exteriores. (>) 13 No-sea asiz Señor ,. y Padre de Misericordia, y py (6) ., Quid ¡stud remeritatis , imo quid insanie est? Ubi timor Dei? 1 mortis memoria ? Ubi gebenne metus? Er terribilis expeftario jU- dicij? D, Bernard. de vite-, 82: morib, Cleric; Cap. 5. num. 15. * (7) 5. Matth. cap. 22. Y. 12. AS

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