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POR LA MAÑANA. 25 no queda en -mi.,: Señor ¿valor aun para «proseguir en esta reflexion! Y me: cubro' de:rubor al verme encun caos de «tinieblas , en que solo hallo la salida: de pos- trarme A llorar A vuestros pies mi ingratitud+, dicien= do con el Rey Profeta : Delióla juventutis mee E ig- norantias meas ne memineris. (5) No os acordeiif Se- for, de mis pasados yerros , ni mireis a la ingratitud de este mal Clerigo y que tan mal ha correspondido a vuestra vocacion. Me parece ahora, que casi quisiera no haber recibido este precioso don de vuestra mano, para habermé servido tan mal de él ; pero en todo ca= so yo adoro. vuestra providencia , y Os doy por él hu- mildes gracias , resolviendome desde este instante a de- dicarme todo al servicio vuestro , y de la Iglesia en adelante. Avalorad Vos con vuestra gracia este deseo, y asistidme para vivir desde- estos santos Exercicios conforme á vuestra Divina vocacion. PUNTO II Sobre el examen de la wocacion que «deben hacer" los Eclesiasticos antes de ordenarse. 7 Considera , que aunque la vocacion: al Cleri- cáto,sea arcano tan profundo , que ninguno pueda na- turalmente conocerle con entera «Certeza , podemos sin embargo y y Con efeéto deben conocerla con certidum= bre prudencial todos los pretendientes a los Ordenes Sagrados , antes de anumerarse al Clericato33 porque en otra forma, aun quando estuvieran destidallós: 2 a la lolesia en los decretos de la Divina Providencia , obra- rian con temeridad , y se expondrian a ordenarse 'sin vo- re Psalm. «22, Y. 7.