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POR LA TARDE. 421 los oídos de la carné ::(19) Danos algo , Padre , mira que somos parte-de'tu propria sangre : y por atender á estos , jamás escuchan las necesidades de los otros po= bres : y lo peor es, que con decir: Dios los ampare, que primero es el hospital de la sangre ¿ piensan que están seguros en conciencia , aunque padezcan, y pe- rezcan infinitos pobres, por aplicar ellos su' renta: á so- los sus parientes; como si fuera Mayorazgo de su san= gre la renta de el Santuario. 8 Eclesiasticos vereis tan dominados de los parien= tes , y mas si son -parientas que les sirven de amas , que las dexan ser amas propriamente-, y ellos vienen á ser criados suyos y haciendo industria de la Estola , y la Sobrepelliz , para ganar que poner a su administracion tan A su salvo , que aun no se atreven á dar posada á un pobre Religioso , 9 Peregrino : A prestar una fane= ga de trigo a un Feligrés : 4 mandar poner ocho dias un puchero 4 un pobre enfermo , y sin ningun ampa= ro ; por no disgustarlas , mas que por falta de o con que la tal parienta , 9 ama dá quatro ochavos , dos zoquetes de pan al. pobre en nombre suyo; ya se juzgan seguros en conciencia; aunque dén 4:manos lle» nas hasta enriquecer:á los parientes, 0 guarden para de- xar bastante al ama á la hora de la muerte: para que a únos, y “otros:se' lleven emparentados -los demonios. Quod vidimus loquimur , E quod audivimus anunciamus vobis. £ ' ¿Será esto entender bien aquella clausula de el Tridentino , (20) hablando de los parientes : Si fueren Dd 3 po- (19) Da nobis aliquid , Pater , caro enim tua sumus. D.Aug. Serm. 21.ad Fratr. (20) Si pauperes sint , ut pauperibus distribuant : ea tamen non dis- trabant , nec dissipent eorum causa. Concil. Trident. sess. 25. de Re- format. cap. t.