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pu os A mk a eo A 22 DIA PRIMERO Maestro sobre aquellas palabras de San Pablo : Fratrés widete vocationem vestram : (1) Para esto pediré luz par- ticular 4 Dios nuestro Señor , y reflexionaré por. par- tes: Lo primero y si fui llamado de su Magestad , y vine por su llamamiento al Clericato. Lo segundo , en qué manera: me certifiqué de tener yo su vocacion. Lo tercero , por qué fin (si fui llamado ) seguí la voca- cion, y me hice Clerigo. Lo quarto , qué remedio de- beré tomar ahora , caso que a la luz de estas medita- ciones encuenire, (¡oh , no: lo permita Dios!) que me ordené sin vocacion Divina. PUNTO PRIMERO. Sobre la necesidad de la Divina vocacion para entrar en la Iglesia dignamente. Ñ 2 Considera , que haber venido al estado con vo- cacion un Eclesiastico , quiere decir , segun Santo Tho- más , (2) haber sido escógido de entre los demás Chris- tianos por Dios nuestro Señor, quien ab externo se dig= nó poner en.él.sus ojos., destinandole. al servicio de su Iglesia por un particular efeóta de su soberana dig- nacion , dotandole de aquellas prendas , y-gricias ne- cesafias , que requiere la digna execucion de los em- pleos en que queria le sirviese en tiempo, ¿ Y fui yo asi llamado por Dios nuestro Señor? ¿ A «este fia me destinó ab eterna su providencia sobrenatural ? ¿ Asi se ab ) Videte enim (il est diligenter considerate') vocationerm vestrama D. Thom. ia Fpist« 1. D. Paul. ad Corinth, cap. 1. Y. 26. A (2) D. Thom. in f. part. quest, 22, art. 3. Sn?