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POR LA TARDE. 417 2 Este privilegio , que concedió 4 su Tribu eleéa para el Sacerdocio el Sacerdote Sumo Jesu Christo:, exi: miendonos en cierto modo de la ley puesta A nuestro Pa- dre Adan de ganar con el sudor el pan, nos le dexó gra= vado con la carga de habernos de contentar con solo lo preciso para el vestido , y alimento y aunque sea mucha la renta que tenga el Eclesiastico : tengala , como no- sotros , depositada 4 vuestro cuidado en lo que os so= bra , 0 como vosotros en vuestros diezmos , vuestras rentas 3 Ó vuestros renteros: porque estas variaciones son accidentales. La sustancia de la perfeccion de el Ecle- siastico en esta parte está en que sea pobre, sea rico, O sea riquisimo , se contenga en sus gastos dentro de los límites de lo verdaderamente necesario , y distribuya fielmente lo que sobre entre los pobres , y el Divino Culto. 3 (¡Oh , qué dos escollos estos, Padres Venerables! ¡Gastar solo lo preciso , y distribuir bien todo el so= brante! ¡Oh , qué dos escollos , digo, tan temibles quantos Eclesiasticos navegan los mares de la Iglesia, cargados de rentas Edclesiasticas! Cierto son muchos lo que aquí naufragan: porque si son liberales con los po- bres , suelen, ser tambisn profusos en sus usos proprios. Si son detenidos en sus gastos , suelen ser arrugados con los pobres , 0 amigos de atesorar: y asi son po- cos los que evitan tropezar en un escollo , ú otro. A mí confieso me hace miedo hallarme precisado A ha- blar en este asunto: porque van tan poco conformes la Escritura , los Canones, y el porte de muy gran par- te de la Clerecia , que no veo como contenerme sin dar espantosos gritos de dolor; y aun tal vez exaspe- rar con la correccion a muchos de vosotros. Dios por su misericordia me ilumine A mí, y os dé 4 vostros Dd un « A TA A e