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2. PP... e E a o A NO e POR LA TARDE. 260 ros , que tengais la costumbre“ de leer; y “Orat conti nuamente; porque la vida de:el yaron justo: se- instruye con la leccion y $e adorna'con la oracion', y con» la con= tinuacion “de estudiar se defiende contra el pecado , sez un aquello de el Salmo 118. En mi corazon escondf, Señor. vuestras palabras, para que núnca peque contra! Vos. Estas son las: armas conque se vence al demonio; la leccion , y la oracion : los-instrumentos con que sé alo canza la bienaventuranza , y el alimento con que se criar! las virtudes ;'y sivalguna vez se cesa de estudiar; es pres ciso entonces aplicarlas manos á alguna PAR Has+ ta aqui 'Sáh Agustin. 5 De modo ,-que si hemos: de ¿omoplie nuestros res pectivos ministerios , como nos encarga San Pablo en el propuesto tema, haste: mierecerla' Corona de Eclesiasti- cos Perfettos, helnos de trabajar: en la Iglesia de conti- nuo hocibandonos principalmente en: la leccion , y estu» dio. Los libros y Padres amantisimos:, han de ser nues= tra primera ocupacion, tomando primero el Breviario; para pagar el Oficio que se llama Divino por antonoma= sia, rezando y O cantando las Divinas alabanzas con tanv ta integridad; pausa , atencion y y «devocion, que sex gustoso nuestro rezo á Dios , y nuestro canto sea" sabió delante de sus Angeles: que sea tan de corazon nuestra' alabanza, que no le-alabemos solo con los labios , co+ mo los Hébreos, y que para orar á Dios , no: slo nog retirémos A nuestro aposento material , "huyendo de el bullicio dela familia”, que parla, rie , 9 sedivierte; de la cocina , el atrio de la Iglesia , O el portal donde fa- cilmente pddehos distraérnos 3 sino:que entremós en lo interior de huestro corazon , donde- en: silencio de po+ tencias, y sentidos hablemos con nuestro Padre Celestial) 6 Rezado el Oficio Divino, d por lo menos MaytiW Aa nes, a E Pe 3 pe - ar = qe A eS A ' hi Ñ A

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