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256 +: DA: SEPTIMO: sino/ la buéña colocacion de las piezas q ue-con las suer- tes yd» puntos hace el júgador : y en los naypes.el jue» go de malilla , O revesino , en que sucede , A propor- cion, 10 mismo con-los maypes. -' | 18 Los primeros juegos son sin duda alguna pro- hidos A los Eclesiasticos, jueguese mucho ,.0 poco tiempo: muchas, /0:pocas veces : expongase pequeñas, d grandes cantidades: seacon escandalo, 0 sin él; en público , den secreto. Lo mas que esas circunstancias (fuera de el escandalo que siempre es por su naturale- za pecado mortal ) pueden variar , es ser el pecado que se comete grave , O leve 5 pero siempre es pecado ju- gar los Eclesiasticos a tales juegos. El declarar quán- do. pecan en jugar mortal ; y quándo solo venialmente, es cosa ardua. Sabemos y que jugar frequentemente , Ó pocas veces exponiendo notables cantidades , atentas todas las circunstancias de los jugadores , tiempo, lu= gar , 81c. 9 una sola con escandalo , es pecado mortal; ¡pero hacer yo“vna raya , y deciros: hasta aqui es solo pecado venial jugar 3 y desde aquí adelante es mortal: Esto es ya sobre mis fuerzas , y mí poca Teologia no me suministra luz con que hacerlo sin temeridad. Si hay algun sabio entre vosotros que se atreva 2 apre advierta y que segun los principios de indefeétible Teo- logia, ha de tener certeza moral que el coto que se- ñale es cierto , y seguro. Si no lo sabe con moral cer- teza , cierre su boca, y no hable una palabra, mien- tras no sea obligado de algun precepto a hablar. Si, en efecto , está obligado A dar luz por el oficio , ca- ridad , d circunstancias , y no llega a tocar con su en- tendimiento la moral certeza ¿ no hable por boca de qual: quiera , sino guiese por sola aquella probabilidad sóli- da , que no tiene contra sí otra mayor, ni igual. Y.si a un

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