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ñ 322 DIA SEXTO deracion por los preceptos de el Decalogo, inyestigan- do quánta sea la obligacion que tienen los Fieles , y tenemos nosotros «en particular de amar á nuestro Dios amabilisimo? ¿Cabamos en comprehender a fondo, y como de raíz quán intenso , quán sumo , quán eficaz debe ser aquel amor con que se cumple este precepto; para que cumpliendole nosotros , ardamos en fuego de divino amor , y ardiendo , exortemos con vehemencia, uncion de el Espiritu Santo á él a todo el Pueblo? ¿Meditamos frequentemente los Ritos, y santas Cere- monias con que adoramos A su Magestad , y damos. el evito: que pide la virtud santa de la Religion, refle- xionando , que como la Fé es argumento de lo que no aparece , es preciso executarlas con tal gravedad , que éxcitemos con ellas al pueblo 4 concebir los Mysterios de nuestra santa Religion en el modo mas alto , mas respetuoso:, y humilde que es posible? ¿Hacemos alto cada dia én la enormedad de los pecados? ¿Las blas- femias? ¿Los adulterios , y quanto nos vedan los Di- vinos Mandamientos 3 para que estudiando nosotros , has- ta penetrar bien la gravedad de su malicia los aborrez- camos y huyamos de ellos como de serpientes 5 y man- teniendo inocente nuestra vida , enseñemos despues con obras y y palabras á los Ficles aquellas mismas verda- des que hemos estudiado , inspirando con doétrina pu- ra en ellos el odio, y la fuga dela culpa? 14 ¡Hay Padres amantisimos , que nada menos es- tudiamos que esto! Y no solo no se estudia esto en este hibro y sino-que áun apenas vereis un Moralista Teologo, que entienda , y esté firmemente persuadido que en es- te libro, en su leccion, en su mediracion se halla aque- lla ciencia. , y conocimiento de los pecados, necesaria para curar de ellos á las ovejas de Christo en. el Lar Q-