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POR LA TARDE. 321 tad , demás de iluminarnos el entendimiento? ¡Oh! que por lo mas comua son aquellos que no hacen en todo el dia mas que ociar : que siguiendo la opinion de algunos probabilistas , les parece tienen caudal su- ficiente para el desempeño de su ministerio con haber leído , ú oído explicar alguaa Suma de Moral, aun quando sea la mas breve, y de opinar mas libre: y aun quando ya haya mucho tiempo que la leyeron. Con esto se contentan , y con esto les parece que les basta para ponerse a praéticar seguramente el arte de los ar- tes, que es el régimen de las conciencias. 12 Aun a los Reyes de el Viejo Testamento man- daba Dios nuestro Señor, (36) tuviesen siempre consi- go un libro de la Ley Divina, y que éste le leyesen to- dos los dias de su vida: Habebit secum , ES leget illud omnibus diebus vite sur. ¿Y si es un Rey ya viejo, harto de leerle, y aun de traerle en la memoria? No importa: Leale todos, todos los dias de su vida , aun- que lesepa de memoría , aunque sea viejo, pará que con la continua reflexion sobre lo mismo que tiene bien sa= bido , aprenda á temer á su Señor Dios , y guardar sus Santas Ceremonias. Leale todos los dias ; que es, dice la Glosa , (37) para enseñarnos á nosotros los Sa- cerdotes de la Ley de Gracia, (particularmente Confe- sores, y Predicadores) la continuacion con que hemos de lcer las Santas Escrituras , para cumplir el ministerio de guiar las almas. 13 ¿Y esesta nuestra leccion cotidiana, Venerables Padres? ¿Pasamos todos los dias los ojos de la consi= de- (36) Deuteron. cap. 17. (37) Quanta assiduitate legere debeant Sacerdotes , cum assiduc les gent Reges. Glos, ibi, XxX