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320 Dia SEXTO ¡Ah ¡que como dice el Eclesiastico: (33) Stultus acrí» tér improperabit. Tendrá valor , por no decir descaro, para decir que le reprehende , porque él es un idiota: no sabe leer : es un topo para menearse: Quod vidimus annuntiamus vobis. Io ¿Qué es ver subir al Pulpito un Sacerdote ig- norante en las Sagradas Letras, en los Dogmas, y san- ta Teología ; sino ver hacer catedra de pestilencia, de la Catedra misma de el Espiritu Santo? ¿Qué fuera ver- le , sir pudiera ser , cortar, y rajar en un Confesonario, difiniendo como Maestro , hablando como Oraculo , y absolviendo como despotico, y sumo superior; sino ver degollar las ovejas de Jesu Christo , y guiar un ciego a otro ciego, para que ambos lleguen á la perdicion? ¡Oh , Padres amantisimos , y qué lexos que están mu= chos Confesores , y Predicadores de el caudal de cien- cia necesaria para el desempeño de tan altos ministe- rios! ¡Quiebra el corazon considerado! Los yerros de el Pulpito se vén; y asi pueden, en algun modo, corre- girse : ¿pero los de el Confesonario? ¡Oh , Santo Dios! nadie los vé; y asi, son absolutamente irremediables; pero algun dia se verán. 11 ¿Y vemos por lo menos , que no se sientan con frequencia en ellos , sino aquellos Sacerdotes , que co- mo dice el Concilio Toledano , (34) tienen su estudio continuo en la Escritura , en los Sacros Canones, y Santos Padres , por quienes ¿como dice $. Agustin, (35) nos habla Dios , moviendo afeétos pios en la volun- tad, (33) Eccles. cap. 18 y, 19. (34) Sucerdotes enim legere santlas Scripturas frequenter admonet Paulus Ap. Concil. Tolet. 4. dist. 38. cap. 1. (35) Legarur tota Epist, 112, D. August.
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