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e q EA 3% Sa PR SEO A A ay y » a a SEN - -. -- toi POR LA TARDE. == la de quantos , como yo , disfrutan lá-renta de la Igles sia sin mas trabajo , que decir una. Misa “apresurada , y rezar el Oficio Divino como por costumbre! 10. Desengañemonos , alma mia , somos Sacerdotes: somos dispensadores de la Sangre de el Cordero In= maculado , que murió en la Cruz , para lavar con ella las manchas de 'las: culpas de los hombres; y si “con efeéto no cooperamos á- su efeÉtiva redención , suplien< do, 0 cumpliendo con nuestros Sacerdotales ministerios, lo que falta á la Pasion de Christo , (como se explica San Pablo) para qué eficazmente “se logre en todos, quanto es de nuestra parte , somos reos de las almas en quienes , por: nuestra omision , no tienvé cito ; y hemos de responder por ellas , y por la sangre que se derramó para salvarlas. Ninguna disculpa admitirá su Magestad , si las dexamos perecer. A nosotros no nos basta declinar el mal , y hacer el bien comun á todas los Christianos , para ser justos Sacerdotes , y Pasto- res segun el corazon de Dios 5 sino que , para conse= guir la Justicia que nos constituye Perfectos Eclesiastio cos , hemos de 'trabajar»por 'santificar ñ dos demás cón- estudios , desvelos y predicaciones; y exercicios pios, hasta que agonicen nuestras proprias almas. Asi solo lo. graren 05 el premio ,:y el honor , qué como a Sacerdotes nos compete. En otra forma , si somos sal de el mun- do , seremos sal infatuada , y conculcable. 11 -¡Oh, Señor, que con el:fuego de vuestro mis- mo Altar purificasteis los labios A Isaías , Para que anubciase vuestra palabra al Pueblo dignamente! dig- naos de purificar tambien los mios para ello; pues , aun- que balbuciente por el poco uso y estoy dispuesto A exer- cer desde hoy este ministerio santo con todos los de-. más , que corresponden al Orden Sacerdotal , QUe yues- tra

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