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NA HS h A + A eS $ e AE ES ENE NU PE ERE POR LA MANANA. 253 el corazon , y el tiempo : y asi me es preciso terminar ya esta doétrina. 28 Mas si , por fin de ella , desea saber alguno de vosotros y ¿qué pecado es el que cometen en el escanda- lo , que dan los Eclesiasticos con la fraccion de las in-= sinuadas leyes pertenecientes á la vida exterior , hones= tidad , y decencia Clerical ? Respondo tan breve , como claramente : Que'la gravedad , Ó levedad de el pecado de escandalo , que se comete en nó observarlas , no se mide precisamente por lo grave, 0 leve de el pecado de su inobservancia z sino por la ruina que con ella oca-= sionan al Christiano pueblo, y á cada uno de los Fije- les : y asi,'si causan ruina grave , 0 dan bastante moti- vo para causarla ,.es pecado mortal el escandalo, que se motiva en la transgresion de qualesquiera leyes, aun- que por sí mismas obliguen solo leye , 0 levisimamente á su observancia : como al contrario , aunque el que- brantar la Ley sea pecado mortal , será solo venial , el que se comete por escandalo , quando la ruina espiritual, que causa, 0 a que dá ocasion la fraccion , es leve. Por " "esta causa nos advierte el Santo Concilio Tridentino, que evitemos los pecados leves 5 porque en nosotros pue- den ser graves muchas veces: y. asi concluyo con sus pa- labras la Doétrina : Qua propter sic decet omnind. Cle- ricosti. sortem Domini vocatos , vitam , moresque suos omnes componere y, ut babitu, gestuincessu, sermone Aalijs- que omnibus rebus , mil nisi grave , moderatum , ac re ligione plenum preseferant; lévia etiam delióta, que ín ip- sís maxima essent, efugiant y Ut eorum altiones «cuntlis afferant venerationem. (30) . TAR- (30) Council, Trident, -ses5. 22 Cap. I.