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A LOS EXERCICIOS. > Ñ CONSIDERACION IL SOBRE EL BENEFICIO DE LOS Exercicios. -68 Considera quántas veces te ha llamado Dios nuestro Señor (2 una vida fervorosa y propria de un Ecle= siastico Perfeéto. Tú no podrás decir , que no, que no te ha llamado muchas, muchisimas, y dicho al corazon, ya con inspiraciones dulces de la gracia , y ya con remor- dimientos amargos de conciencia y que no es esa tu vi- da, ese tu porte, esa tu conduéta de Eclesiastico , y mucho menos de Sacerdote , de Beneficiado , de Parro- co, de Canonigo , Sc. pues á estas gracias que, acaso, han sido en tí frequentes, y particulares , te añadé aho- ra la singularisima de Hamarte al retiro-estos ocho dias, para que “juzgandote en ellos A tí mismo:, segun el con», sejo de San Pablo, (3)te libre despues del juicio seyero que te espera , por haber vivido vida tan agena de Ecle- siastico como. tu sabes. yg "Reflexiona qué sería de tí, de tu perdida , y rela= xada vida, si Dios la hubiese de juzgar :ahora en su tre- mendo juicio , sin darte lugar á prevenirte para él. Oh! que si.la vida mas ajustada , la que parece mas santa la condenaria su: rcétitud en aquel juicio , si no la apa- drinase su misericordia, como decia 4 Dios San Agus- tin: (4) ¿Qué haria; de la.mia relaxada aquel severo.Juez, que aun en sus Angeles halló maldad? ¿Qué satisfac- A3 cion (3)* Epist. 1. ad Cor. cap. 11. Y. 31. (4) Vaeetiam laudabili vite hominum, si remota misericordia dijudin cas eam! D, Aug. lib. 9. Confess: cap» 13.