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230 DIA QUINTO , mo virtud particular es , segun Santo Tomás, (3) quien modera los aétos exteriores de el hombre , tanto en los vestidos , quanto en los movimientos de el cuerpo ,con- versaciones y y palabras ; y así, para entender los de- feftos , que en esto tengo, corregirme en ellos , y mantener en mi: porte el sublime decoro de mi estado, dividiré esta Consideracion en quatro puntos. En el primero, consideraré la modestia que debo guardar en el vestido. En el segundo , la que debo tener en las acciones , y movimientos dé mi cueerpo. En el tercero, la que debo observar en las conversaciones , y palabras. Y enel quarto , la particularisima circunspeccion y, mo- destía , y gravedad con que debo obrar las acciones de mi ministerio en el Sagrado Templo. PUNTO PRIMERO. e Sobre la modestia que.deben guardar los Eclesiasticos en el mentido, MER: É que aunque: el Habito no hace al Monge , como dice el Sagrado. Concilio Trídentino, (4) es sia embargo sumamente necesario, que dos Ecle- siasticos que estamos consagrados al culto de Dios nues- tro Señor, vistamos siempre, con aquella honestidad, modestia ¿ y gravedad que corresponde a los Sagrados -Ordénes ; pues , como nota el Cardenal Belarmino , (5) . (3) D. Thom. 2. 2. quest. 160. (4) Quia vero, ES si Habitus mon faciat Monacum , oportet ta- men Clericos vestes proprio congruentes ordini semper defferre. Con- cil: Tridént. sess. 14. cap. 6. de, Reform. > (5) Lices Habitus non faciat Monactm, E tamen quis presu mitur , qualis in babitu reperitur, Belarm. ibi.