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POR LA TARDE. 217 »hales acaecido esto algunas veces? ¿Han peleado tan »fuertemente con Dios en la oracion, queriendo él cas: »tigar , que haya dicho Dios : dexame que exercile mi »enojo 3 y no querer ellos dexarle , y al fin vencerle? »¡Ay de nosotros , que ni tenemos exercicio de oracion, »ni santidad de vida, para oponernos a la ira de Dios, »y estoryar que castigue a su Pueblo! ¡ Y aun. no. sé, »si entendemos, qué cosa es Oracion! « Hasta aqui es- te Venerable exemplar de Eclesiasticos Perfeétos. ¿Qué diria, ahora por nosotros , Padres amantisimos , quan- do tan poco tratamos de orar seriamente por el Pueblo, que aun para aplicarle una Misa el dia de Fiesta los Señores Parrocos , alegan disculpas , y opiniones con que privar á los pueblos aun de esa oracion? PARTE SEGUNDA. 12 ¿Y qué diré yo , viniendo ya a refutar la igno- rancia sobre este punto , quando tanto se han disminui- do en nuestros corazones las verdades de esta obliga- cion gravisima de orar , que apenas hay Eclesiasticos, que reconociendola , como es, se apliquen con serie- dad á la Oracion mental ; pensando que , como dice el Venerable ya citado , (52) con pasar por la memo- ria dos , Ó tres credos , mientras el memento de la Mi- 3 las personas , por quienes quieren orar ; han orado He y cumplido su obligacion en esta parie? ¡Oh do- lor grande ! ¡oh alocinacion de que hoy está me da tan gran parte de la Clerecia! ¡y por la que en la casa misma de el Señor , y el lugar santo royal la abo- minacion , y la desolacion! Pues yo. ata (52) En la misma Platica.