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POR LA TARDE. 203 x Pablo , (27) no castigáre mi carne, sujetandola a las leyes de el espiritu, para que llevando siempre la cruz de la moriificacion sobre mis hombros, anden siempre mortificados todos mis miembros , potencias, y sentidos. 4 Entonces sí que seria fruÉtuosa mi oracion. En- tonces , quando, como Daniel , (28) me aplicáre á la mortificacion para entender , sí que en efeóto entenderé A fondo, y práéticamente el bien, y el mal: discerni= ré lo santo, y lo profano 5 y con las dos alas de: ora= cion , y «mortificacion, volará mi espiritu hasta el Cie- lo , hiriendo el corazon de el clementisimo Señor, para alcanzar de él las gracias oportunas , con que vencer los. estorvos , caminar con seguridad , y lograr con efec- to la perfeccion propria de-mi estado ; pasando de cla- ridad en claridad á transformarme en una perfeóta se- méjanza de el Hijo de Dios , y Sacerdote Eterno segun el Orden de Melquisedec. Entonces si que ablandado el hierro: de: mi «corazon -en la fragua mystica de la Oracion, le podria amoldar con los golpes de la mor- tificacion á la medida de el mismo corazon de Dios. 5 ¡Mas ay de mí , que he sido tan pusilanime pa= ra pelear contra mi carne ¿que no he tenido:walor pa= ra dar hasta ahora casi un golpe , que hiera en lo viyo de este mi amor proprio , que me trae sujeto:A las le- yes de. el pecado! Si alguno he dado , ha sido hirien- do el ayte propriamente , cortando en mí tan solo aque- llo, que.no: era muy, sensible a aquel -indiscreto amor con que me' amo 3 0-4 aquella pasion que mé domina , y de que nacen «mis pecados. Como Herodes , oyendo 4 San Juan , hacia de buena gana algunas cosas ¿ pero quan= Le (27) Epist. ad Corinth. cap. 9 Y. 27. Y Ya ; (28) Daniel, cap. 10. Y. 12. Es 2