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y e O nn. A PAX nn A ÉÁ 164 DIA TERCERO tal vez , ¡oh cosa vergonzosa | por el estipendio tem= poral. ¡Ah yy si seflexionasemos frequente , y scria= mente“los fines , y santidad con:que debemos celebrar; y qué distintos seriamos los Sacerdotes , y los Puebios á quienes debemos santificar con nuestra santidad! . SEGUNDA PARTE. 13 Y ¡ah, si (pues tan insensiblemente hemos cai- do en la segunda parte ) penetrasemos bien la enorme- dad de los pecados veniales , que comeien aquellos Sa= cerdotes tibios , que dado no pequen mortalmente , van al Altar. con precipitacion, y sin «modestia , dicen la Misa sin preparacion , atropellan las santas ceremo- nías , y acaso con el bocado en la boca , como Judas, echan á correr para su casa ,ó0Ó por lo menos, adver= tidamente se ponen á pensar en sus negocios! Sed nul- lus est. qui recogitet corde: Apenas hay , Señor ¿ quien piense de Vos en esta forma alta , que dexo ya insi- nuada. 14 El Apostolico Arzobispo Santo Tomás de Vi= llanueva , (48) reflexionando la reverencia , y santidad con que mandaba Dios tratar el Arca de el Viejo Tes. tamento , exclama lleno de admiracion en esta forma: ¡Tanta gravedad , tania severidad , tanta magestad, tanto honor , tanto terror para tratar , y conducir un Arca formada de un leño material! Sí, sí, no por lo material de aquella Arca ¿ sino por contenerse en ella aquel Maná de el Cielo , figura la mas expresa de el venerable , y augusto Sacramento, que los Sacerdotes consagran en la Misa: y asi, no por otra causa, que 8 > , par (48) D. Thom, á Villanov, Coat. 3. de Sacram, Altar.

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