BCCPAM000537-2-13000000000000

140 DiA TERCERO. - 17. Esta conclusion la tengo por comuñ de los"Doc2 tores, y su razon es óbvia; porque ¿cómo ha: de ha-: cer.accion tan santa con la debida reverencia , sin que: primero se ocupe: en-algua modo de oracion , CXerci= cio , O recogimiento de potencias , de donde , segun Santo Tomás , (17) nace la verdadera devocion? Es imposible : luego está-obligado A- ello; pues de otro modo no puede decir la: Misa con la debida devocion. Diganlo los mismos Gentiles , que aplicando mal el principio en que estriva esta doétrina , procuraban con- ciliar la deyocion con extraordinarias ceremonias , des- velos , y oraciones , antes de hacer sus falsos , y su= persticiosos. sacrificios, PARTE SEGUNDA. 18 Purificado , y preparado ya el Sacerdote con estas, y las demás disposiciones , Que miran al decen- te aseo , y prevencion de lo necesario al santo Sacrifi= cio , segun las Rubricas. ordenan, qual. es. el mirar el Añalejo , registrar la Misa , hacerse cargo de ella , Y leer lo que fuere. necesario y para que en el Altar no acaezca irreverencia, 0 turbacion : empieza el Sacerdo- te á revestirse con tanta devocion , y reflexion «atenta, que como dice el Papa Inocencio IL. (18) en las sagra- das vestiduras no lleve algun signo sin. su significado, ni dexe de corresponder el interior adorno de las virtu» des , al exterior de los Sagrados ornamentos , rogando pa- (17) D. Thom. 2. 2, quest. 82. art. 3+ (18), Attendat' Sacerdos studiosé ut signum sine significato non fé- YAr , ES veste sine virtute non portes 5 sed oret Deum ui ea virtute ipsum exornet. Ínnoc, III. lib, 1. de Myster. Miss,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz