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+ A A O EIA PAE RO E O a ARA ALE E POR LA TARDE. 121 están tan alucinados , contentos con una virtud remisa, y tibia; y que casi estoy para decir , fuera mejor fue= sen descubiertamente escandalosos , ya que no quieran ser verdaderamente espirituales ? Porque si fueran abier= tamente malos , el peso mismo de sus culpas les hicie= ra sacudirlas de los hombros : su misma obscuridad les habia de alumbrar para siquiera vér :su precipicio;z pero esta ociosidad , esta tibieza , esta falta de apli- cacion 4 adquirir la sólida virtud ,'en que vive hoy tan gran parte de la Clerecia , sin atender con seriedad á alcanzar la perfeccion propria de su estado , vá po- niendo á toda la Iglesia de nuestra España en tal cor- rupcion de las costumbres , y tal abandono de la vir- tud sólida , que la considero provocando á nausea al Celestial Esposo -, y temo la llegue á vomitar , á re= pudiar , trasladando la Fé de nuestro Reyno á otro; si sus Ministros no sacadimos de nosotros la tibieza, que habiendo ocupado fuestros corazones , se ha ex- tendido tanbien al numero mayor de los Christianos; dexando obscurecido , y afeado aquel sobresaliente es: plendor de nuestra santa Fé , con que entre todas: las Naciones brillaban gloriosamente nuestros Españoles. 26 Mas, ¡Oh Soberano Padre de las luces! no sea asi, no sea asi, Señor , aúnque asi lo merezcan nues- tras culpas : porque , ¿qué seria entonces de este Rey- no vuestro , si por la tibieza de nosotros sus Sacerdo- tes , y Ministros , le entregaseis otra vez á la Moris= ma? No asi , vuelvo a decir ) Padre de misericordia: encended , sí , en todos vuestros Sacerdotes aquel di= vino fuego de amor vuestro , que consume todos los afeótos de la carne , y renovad aquel espiritu princi- pal de vuestra gracia , que no conoce tibieza , ni sufre dilaciones en serviros. Arda, Señor , en ellos esta Ma- ma

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