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POR LA TARDE, 1OI calypsis : Porque eres tibio comenzaré A vomitarte de mi boca.. (21) El vomito de -Dios. es lo mismo. que su final, y eterno desamparo; porque nunca se vuel» ye. A tomar, lo que una vez se vomitó. ¡Horrible ame naza! ¡Temible desgracia para una alma! cio + Y tú ahora , alma mia, que no puedes jgno- rar la omision en que vives , en santificarte , ¿podrás saber. de cierto y que aún no has llegado A este temi- ble estado? ¿Te podrás asegurar en ello? ¿Podrás pre- sentarte sin miedo ante el severo Juez ,-segura de que tu, omision en- cumplir este gravisimo precepto, es le- ve solamente? Miralo bien::: Miralo bien::: Y mira que, acaso , en conocerlo podrá depender tu salvacion ; por- que si no lo conoces ahora, no remediarás tu.mal. No enmendandolo , podrás seguir en tu pecado. Prosiguien- -do., podrás morir en él. Ea , pues ¿ vuelvo á decir: -Miralo «biensz:: 'Dú no. puedes negar, que la conciencia te remuerde : que te dice, que no , no está segura: que estás en grandisimo «peligro: que es muy posible, que tu .omision en este. punto;,sea, culpa. grave: y. aún que por eso , por ventura, te llama Dios tan fuerte- mente en estos Exercicios , para que despiertes de el sueño de la tibieza , y camines con fervor al monte de la perfeccion , antes que llegue la hora de la muer- te , quando no puedas hacer lo que ahora puedes. 11. ¿Qué podré. yo, pues ; tibio Eclesiastico , Sa- cerdote y Patroco y 81c; responder A estas preguntas, con que me'reconviene «pi conciencia misma? ¿Podré res= ponder , que puedo quedarme en el modo que llevo de vivir , seguro de que aun no llega mi tibieza 4 culpa grave?. ¡Oh., cómo , Dios mio.y:-habia de-ser yo tan G 3 te- (31) Apocal, cap. 3. / A CapUon o Mg, * e ; z y A? * /

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