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Año 1784 65 tes de vestir el santo hábito, se fué á las misiones de Indias y Dios me llevó alP. Maestro González por medio de un hijo suyo que era Ó empezó á ser mi director; estuve á su cargo desde el tabardillo que padecí en Sevilla. No he dicho á V. por olvido desde que melo preguntó cual es el santo de mi nom- bre. Este es San Diego de Alcalá á doce de Noyiem- bre en cuyo día me dieron el santo hábito el año de cincuenta y siete; he tenido el consuelo de visitar su sepulcro, decir misa en su altar y pedirle me co- munique su espíritu apostólico (aunque era lego) y su amorá la cruz. Ya ya a protesar nuestra Inés y deseo me instruya V. en lo que me tiene ofrecido. Esta y las demás nietas dan á su abuelo mil expre- siones, y yo mi corazón como me corresponde para cuanto quiera mandarme. Pido á V. P. mio, su san- ta bendición y sus oraciones mientras ruego á nues- tro Señor me guarde su vida muchos años en su santo amor y gracia. De V. su afectísimo menor hijo que más en Dios le ama y $, P. B. Fr. Drgao Jose pe CAprz. A mi yenerado abuelo y hermana miles cosas. Ya sabrá V. no voy á Granada. Mi venerado P. y Sr. D. Juan José Alcover. RR ; aquel tiempo no habría en la Provincia de Andalucía reli gioso apto para dirigir al Beato. A este reparo queda ya con- testado cumplidamente, en los rasgos biográficos del Vene. rable P. González escritos por el Muy Reverendo P. Ambro- sio de Valencina, en el primer tomo de las cartas del Beato y su director página 25. Bueno será hacer notar que el Beato no dice que no había entonces religioso apto, sino que le tomó fuera de la Orden por no tratar con. religioso nuestro que me llenase, lo cual son dos cosas bien distintas, porque, de que llenase, no se sigue que no lo hubiese. Además, cuando tomó por director al padre González, era joven aun, había estado en pocos Conventos y no tenía motivos para conocer el personal de la Provincia, el Beato no tratase religioso que le 0

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