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O mi - Y 4 ! o ¿ 4 Y ' 4 ¿ A y ñ A Y 535% AA 576 CARTAS DEL Braro DIEGO 61, 12, semel locutus est Deus, duo heee audivi, etc., duo didici, explica nuestro Titelman; (hic) lo demás parece ociosidad, y dice formal repugnancia con Dios; para lo segundo es opor- tuno aquello de Job, cap. 33, 14, semel loquitur Deus, et se cundo idipgum non repetit; y expone Tirino, (hic) uno modo, indicat Deus mentem suam neque necesse est, ut secundo idem repetat. Conque ó he de creer yo que Dios tiene ociosas con- versaciones con esa criatura, lo cual es imposible, ó he de tener por sospechosas esas hablas de meras caricias, esposa querida, etc.; si estas expresiones en los locos amantes del mundo, aunque no pasen la línea de expresar su amor, se- tienen por ociosas, porque son del todo inútiles, que es en lo que consiste la esencia de su ociosidad, qué diremos en nuestro caso? Dios hablar con frecuencia palabras cariñosas, y esto sin doctrina alguna á esa alma? una de dos; ó miente, ó está ilusa en esta parte. Es cierto que su Majestad habló alguna vez á santa Gertrudis, santa Teresa, santa Rosa de Lima, etc., en los mismos términos, y lo que es más consta del sagrado libro de los Cánticos; pero note V, P. R. la doc- trina que á tales expresiones acompañaba, y verá el miedo con que ha de oirse esto de hablar Dios sin doctrina algu- na, etc, Sigue V. P. R, en su última notando en mi respuesta haber dicho en ella, que se encarecen mucho las virtudes de esa criatura: lo dije, es verdad, pero fundado en que se explican en la consulta con unos términos tan comunes, que nada se vé en ellas digno de atención ó que pruebe la subli- me perfección de esa alma: por ejemplo: de la humildad se dice: su humildad es tan rara y profunda, que se tiene por una vil pecadora, la mas ingrata, que merece mil infiernos; que más es en ella un pecado levez que en otros un mortal. En este modo de hablar no se encuentra diferencia del que és comu nísimo aun en las gentes del mundo, y en aquellos que ape- nas han llegado á saludar esta virtud con los primeros actos de ella. Véalo V. P. R. con reflexión, y conocerá la razón, y moderación con que hablo. Si en esta virtud no ha subido á más alto grado se pondera demasiado su humildad, le falta mucho para serlo; y sin detenerme en las demás virtudes digo constantemente que ninguna tiene, porque es doctrina de todos los santos Padres, y escritores místicos, y ascéti- C08, que sin esta, es imposible otra virtud con perfección en un alma. En la perfección de estas, sabe V. P. R. que hay diversos grabados, y aun en el heróico hay el de ánimo pur- gativo y purgado. Si se me hubiese manifestado el grado de estos en que se hallan sus virtudes, y demostrado con los

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