BCCPAM000535-7-25000000000000
468 CARTAS DEL BrEATo DrEGO ba alimentando á sus sacratísimos y virginales pechos al eterno humanado hijo de Dios, como cuando v]- vía en carne mortal en su sagrada infancia, toda la pieza ocupada al derredor en sus cuatro fachadas de Angeles santos, con tan tanta majestad, compos- tura y devoción que infundía un sumo respeto con su vista. La de la Santísima Virgen causó en mi al- ma una conmoción extraordinaria con diferentes afectos de amor, devoción, humildad y singularmen- te un altísimo concepto del sentido profundísimo de aquellas palabras: Sola Virgo lactabat, ubere de colo pleno. Había antecedido en el mismo sueño un gran deseo Ó como consideración de este gran prodigio en nuestra Señora, y de la gran santidad junto con las gracias y favores singularísimos, que en este mis- terio de su puerperio ó de alimentar á sus sagrados pechos, á su mismo Dios y criador sin duda reci- biría. No pude dejar de notar que no ví, ni se me ma- nifestó con claridad, la cara de la Santísima Vír- gen, ni el cuerpo tampoco del Santísimo Dios; lo demás sí lo ví y entendi con la claridud que dejo dicho. Después cuando me acuerdo de esto me cau- sa recogimiento, devoción, respeto y otros senti- mientos semejantes. Según la carta de mi P. Provincial, debía ha- berla tenido ya del Ilmo. Sr. Obispo de Cádiz; más no ha sido así, porque aún no ha parecido. La aguardo de un correo á otro, y en su defecto, la or- den del P. para lo que debo hacer. Entre tanto sigo mi tarea de pluma que cada vez se presenta más iu- terminable con lo que ocurre de nuevo. Dios me con- ceda el cumplir su santísima voluntad. La mía, P. mío, como mi corazón es de V.; dé- me su bendición y no olvide en sus oraciones, mientras que sigo rogando á nuestro Señor me
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz