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dé su paternal bendición, y sea mi padrino con el Señor para que me perdone y no me desampare en las tareas á que me envía, como lo merezco. Yo ruego á su Magestad me guarde á V. P. muchos años en su santo amor y gracia. ñ De V, P. affmo. nieto é indigno hijo Q. S. P. B. $z. Diego 4. de Os NOTAS Esta carta la escribió el B. Diego, preparando su via- je para Cabra, por doude comenzó las correrías apostóli- cas de aquel otoño; y en ella expresa los temores de su alma con el candor de un niño, contándole al director hasta los sueños que forja su fantasía, aunque no dejen en ella rastro alguno. May notable es aquella cláusula final: ya que no pue- do recibir su respuesta, le suplico postrado á gus piés me dé su paternal bendición, y sea mi padrino con el Señor para que me perdone y no me desampare en las tareas ú que me envía, Qué grande debía ser á los ojos del B. Diego la san- tidad de su director, cuando, siéndolo él tanto, le ruega que sea su padrino “con el Señor! Con la protección de tal padrino y Ja bendición de tal padre, ya se podía esperar mucho bueno. Dichosos los que son amigos de los ami- gos de Dios! Mas esta hermosa cláusula, y lo que el Santo dice de sí propio, causó en el alma del director tan profunda hu- millación, como verá el que leyere la preciosísima carta que sigue. 12