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NOTAS Cuánto más se adelanta en la lectura de estas cartas, tanto más se descubre la ciencia infusa de este santo Di- rector, y su amor al Beato Diego: bien claro lo dice él en estas palabras Veo su camino... para mayor cargo mio me lo ha dadoDios á conocer.... y me ha unido á su corazón. Sí; estas dos grandes almas, se unieron entre sí como las de David y Jonatás de los cuales «ice la Escritura que cada uno amaba al otro como á su propia vida. (Reg. 18) Por este grande amor que le tiene le ordena que se deje algún tiempo de Misiones, de continuas confe- siones, de direcciones molestas de relvgiosas y de correos ma- jaderos, para darse al silencio, estudio, etc. Supongo que estas frases no habrán hecho mucha gracia á las monjitas, y á las que no lo son; pero están muy bien dichas, y de- fiendo contra quien piense lo contrario á este santo abue- lo, porque su consejo lo he tomado yo algunas veces, y me ha sido muy provechoso para la salud del cuerpo : y para la del alma. Las personas nombradas en la posdata eran señores muy piadosos, honra de la nobleza de Andalucía, y muy devotos del Beato Diego, con cuya predicación se habían movido á vivir santamente; entre sus herederos se con- servan como reliquirs, objetos que usó nuestro santo, los cuales hemos tenido el gusto de ver en Ecija en la casa solariega de los Señores Condes del Aguila, que siguen aun las huellas de sus gloriosos ascendientes.