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— 2 ' insinuación suya para todo dejarlo ó abandonarlo, quiera separarme del ministerio en que estoy, arro- jándome al fuego de mi ruina? Si usted quiere que yo no trate con gentes, ni predique, ni confiese, ¿ne- cesita de más que insinuármelo? Eso sería suficiente para que trabajase con mis prelados para que me per- mitiesen este total retiro. Pero, Padre de mi alma, tanto rigor!, tanto rigor de obligarme á unos car- gos que me causan lo que no hallo voces para ex- plicarlo? Padre mío, perdone usted este mi atrevi- miento nacido de mi amor á usted, del favor y ca- ridad que sin merecerlo le debo, y del dolor de mi corazón al ver que mi Padre me estreche á esto. No quiero cansar más á usted; sólo le suplico por el amor de nuestro Dios y Señor no me abandone ni deje en manos de mi mal consejo; porque si con Vd. al lado soy el que se vé, si mefalta este asilo, ¿qué será?Padre mio! l'adre mio! por amor de Dios que usted me perdone y pida al Señor no me trate como yo merezco. Yo soy el que usted conoce; pero no quiero serlo, pues solo anhelo por ser y obrar al gusto de Dios y al de usted, que todo lo tengo por uno. En esta carta bien cansada quiero decir mu- cho, y tal vez no diré cosa alguna: yo me sujeto á la determinación de usted, y le pido mire por es- te infeliz, cuya pobre alma funda sus aciertos y fia su salvación en las resoluciones que usted le diere. No puedo más. Pido últimamente me dé su ben- dición, y pida al Señor por mí, según ve mi necesi- dad. Yo soy el que soy; pero no obstante clamo á nuestro Señor por mi Padre Abuelo para que lo llene de bendiciones de su diestra, y lo guarde muchos años en su santo amor y gracia. pens Ca . Cc > fo) YT. Lego JH. de Cádiz.