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y borra el enemigo? Venga usted, que viviendo yo, así como no le faltará retiro, le sobrará en él útil empleo Usted dice que yo le he alentado en su ministerio, y que ámis esfuerzos, supuestos los de Dios; reconoce su libertad y resolución en el púlpito; quieroy deseo que me deba su reformación interior, para que predique con más espíritu Yo he dejado correr la pluma, y no dudo que l. cansará mucho leer tanto, y tan mal escrito. No puedo remediarlo; y sien lo que he dicho (y todo lo ha dic- tado mi tierno amor) le he dado que sentir, perd meme por amor de Dios. Mi corazón y mi alma es toda de Nieto, que con mi alma toda y corazón deseo perfecto mit- nistro de Fesucristo. Sí me engaño, no lo conozco; diso lo que en Dios conozco y me parece justo. Interés de am- bos es que lo sea: pidamos al Señor nos haga conocer su santísima voluntad, y nos resuelva á conformar con ella la nuestra, Adiós, adiós! amadisimo Nieto! Ruerue Por su afmo. abuelo el más ingrato de los hijos de Adán. 2 Yz. Viancioco Faviez Gonzalez. P. D. El Conde del Ayuila estuvo á principios del mes á los umbrales de la eternidad, llamóme, confi5- me sus cosas, quiso queno le dejasey le dí gusto en todo, porque es muy buen caballero; queda fuera de cuidado; pero nome deja, y algún rato al día suelo verlo. Se re- comienda á usted y le fué muy gustosa la noticia de su venida, como amarga su.resistencia, de que le dió noticia el P. Eusebio. A este oí, que los de Cádiz harian empeño porque usted volviese, siguiera á predicar un sermón, para convencerá los émulos, que no estaba privado de li- cencias, como publicaban. Que mal harian los que se lo mandasen! No más Cádiz! ni conviene! Al mismo oí de- ctr quenoera con ayudante trabajoso el ministerio, ni habra en el que temer. Cerrada ésta, recibí esa, (del P. Fernández?) ¡Qué bella indiferencia! Así está él como está. Téngala mi Nietoy será como mi hajo.