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O labras contraidas, sino también por las razones que usted me tiene dichas y ahorá nuevamente me in- sinua en la suya: y como lo consideraba no ser de la aprobación de usted,me fatigaba con las repeti- das instancias de los empeñados en que fuese: gra- cias 4 Dios que salimos ya de ese cuidado. La misión de aquí se concluyó, conociéndose la bondad de Dios en el grande y copioso fruto que se dignó concedernos, que á la verdad ha sido no- table. Voy conociendo con mayor claridad cada día que las misiones tienen sutiempo señalado por la vo- luntad de Dios y que cuando las difiere es para,sa- zonarel fruto, disponiendo los ánimos para ella:asílo he visto aquí, donde hasta ahora no ha podido efec- tuarse, por más que lo han solicitado. Esta Real Maestranza me recibió eljuramento de defender la Purísima Concepción de Ntra. Señora, é hizo las demás ceremonias correspondientes en la junta ge- neral que para esto celebró el 23 del pasado: le dí las gracias y estas me pidieron las pusiese por es- crito.Creo tratan de imprimirlas,junto con el acuer- do y la carta del Sr. Infante D. Gabriel, relativa á esto; por eso y porque no tengo esos papeles nolas envio á V. esperanzado en qué después los verá im- presos. Ya no pienso en el papel ó historia, que antes dije: me basta la insinuación de usted en su carta para desistir de ello: solo la tenía principiada en su introducción, y ahora conozco que la notable dificultad, escaséz y tardanza que para componer el verso he experimentado, provenía de que usted no lo aprobaba: ya se acabó y quedo reducido á no expresarme tanto con los que me obsequian. Aquí estoy detenido por el rigor de los tempo» rales; pues solo ayer hemos visto claro el sol de