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6603 D. Gabriel, su hermano mayor, incorporarme y ad- mitirme en su número con todas las formalidades y ceremonias que á los demás: ya lo tienen dispues- to, y no sé en que día será esta función. Estos in- ciensos y altos honores tan repetidos, me ponen, Padre de mi corazón, en algún cuidado, pues aun- que no debo dudar son ordenados al Señor, con todo me hace temer que, habiendo sido tan abati- do y despreciado Jesucristo, sea tan aclamado su ministro, ó el instrumento de su bondad. etc. El corazoncillo parece se alegra de estas cosas, pero el interior no deja de estar con alguna desazón ó qué sé yo como. Yo había pensado para agradecer á este cuerpo tan distinguido un.favor tan raro, ha- cer en verso castellano la historia de su estableci- miento, privilegios y honores, etc., y sin ponerle mi nombre, sí el del siglo ú otro, presentársela, ocupando en esto algunos ratos, según pueda; he principiado para probar y parece no sale mal: se lo participo á usted para que me diga su parecer y voluntad, de la que no quiero salir jamás. En lo demás de mis asuntos no deja Dios de favorecerme, aún en medio de mi grande ruindad en el trato con las criaturas. etc. Estas Señoras agradecieron infinito las expresiones de usted y se la hacen, pidiendo las encomiende á Dios. Pa- dre Fernández ha estado estos días purgado ó con alguna indisposición. Yo penosillo del estómago, desde que empecé la tarea; pero bendito Dios no impide para ella. Esta la escribo víspera del Santo Javier, en cu- yo día deseo á usted las mayores felicidades por largos años. etc. Tengo concluido el sermón de Santa María Egipciacá, aunque no sacado en limpio: cuando lo