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abandona Dios, como merezco; bendita sea su bondad! De salud voy mejor, á Dios gracias; pero aún estoy en manos del Cirujano, curándome dos lla- guillas de la cabeza, hace más de un més, de resul- tas de unremedió muy activo que me aplicaron pa- ra quitar dos berrugas pequeñas que tenía en ella. Esto me tiene aquí detenido y el haber vuelto á seguir los baños por la repetición de la convulsión, los que había suspendido, así por la otra curación, como por cuatro sangrías que me han dado, de suerte que todo Agosto se ha pasado en esto. Lue- go que cierren, que creo sea pronto, me vuelvo á Málaga á prepararme para las misiones, etc., y ver si puedo concluir los dos sermones, el de S. Miguel el de Sta. Maria Egipciaca que ambos están ya dimidiados. De compañero para la misión aún no he resuelto, porque no sé á quien llevar: lo trataré en el convento, ó tal vez con mi P. Provincial, de- jándolo á su arbitrio y Dios obre. De mis sobrinos veo toque usted me dice y es- toy casi cierto que ellos serán una parte no peque- ña de la cruz que el Señor se digna darme. Por la madre Corazón habrá usted sabido lo que le he dis- puesto á Santa Teresa, pues me respondió fiel- mente á las preguntas que según la instrucción de usted le hice, y en su respuesta le mandé volver al noviciado,mudar de confesor etc., y parece lo ha- ce todo con buena voluntad. Dios á ella y á mí nos dé acierto. Estas señoras han apreciado infinito la aten- ción de usted y le devuelven sus expresiones, su- plicándoles como nietas que las bendiya y tenga presentes en sus oraciones y sacrificios, especial- mente la enferma (que es la consabida) cuyo can-