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— 640 — Sevilla 20 de Agosto de 1793: t J M.yJ Sean en nuestros corazones y nos llenen de luz y amor del Amabilisimo. Amén. Mi muy amado hijo Fr. Diego: Dos, una del 11 y otra del 29 de Julio tengo recibidas. A esta digo que en- tregué la inclusa, y por no detener la consulta, la remt- ti, reservando para nuestro asunto escribir esta. Tú excúsate cuanto puedas de esos dictámenes, porque te ha hecho el Señor muy visible y autorizado, por lo que te oyen predicar, (que tu sabes que no es tuyo) y ve aquí por qué algo me han dicho y mucho juzgo de la verda- dera retirada de la córte y Obispados no distantes de ella. No conoce ni quiere conocer el tiempo de su Visitación... ¡Ay de la córte, y tal vez de España! Temamos y callemos! Déjate todo sometido á la recta y oportuna Providencia del que usará de tí, cuando y como convenga. Tómate este tiempo que se te concede para reparar tu salud y reformar tu interior, deján- «dote enteramente desprendido de ti todo al Señor, sin reservarte un solo deseo. A sus divinos pies espera lo que quiera hacer de tí. Clámale, que te ate á su cruz con las fuertes coyundas de una santa indiferencia, recta intención y vivo deseo de contribuir á sola su glo- na y salvacion de tus prójimos en cuanto hagas; y ruégale con humildad te dé luz para elegarte compañe- ro, que no necesite por sus años ó debilidad de aliwos que no sean muy conformes d la regular observancia y apostólico ministerio. Yo insinué alguno, pero conozco