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— 630 — corregirla y sacarla en limpio. Aquí sigo atareado con cartas y otros asuntos que ocurren, que suelen ser mayores que mis fuerzas. Estas se hallan algo atrasadas con un contínuo fuerte destemple de cabeza, el pecho constipado, frecuente convulsión y no la mayor robustez; estoy tomando la leche de burras por orden de los médicos y pronto me iré á Ronda, siendo Dios servido á tomar los ba- ños templados, trabajar allí lo que pueda en el sermón dicho, y en el que usted me tiene ordena- do de San Miguel. El Señor haga en mí su santí- sima voluntad. Las cosas del interior las juzgo en estado deplorable, porque la disipación del cora- zón sigue en tales términos, que apenas apetezco mi remedio: aquella inclinación que usted sabe,no sé si es mayor cada dia: la mortificación del ge- nio, etc., ninguna; todo yo soy una pura miseria: no obstante, advierto algun amor á la oración, y gue fácilmente sé llena de fervientes afectos el co- razón, cuando lee ó le ocurre con viveza la gloria de Dios, salvación de las almas y tranquilidad de la Santa Iglesia, junto con una muy generosa con- fianza para pedirla y esperarla, y para estorzar á los afligidos ó pusilánimes. Yo no me entiendo en es- tas contrariedades. Dios me mire con miseri- cordia. Tengo ya hablado con mi P. Provincial sobre mudar el compañero; porque el P. Eusebio apura- do con mis cosas, Ó qué sé yo, me dijo buscase otro, pues no podia ya seguir esta carrera tan vio- lenta de caminos, etc., que llevamos: con este mo- tivo he pedido al que tuve en Granada, Guadix y Baza, que es un joven instruido y religioso, y el Prelado condescendió gustoso: pida usted al Se-* ñor sea esta elección acertada,