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NOTAS La obrilla á que alude el Beato en la posdata, y de que hace mención el P. González en su primera, pare: ce que fué la famosa Carta á una Señora de la Corte sobre la diversión de los bailes obra tan bién pensada, tan bién escrita y de tanta actualidad, que parece la escribió, más que para entonces, para estos tiempos de disolución á que hemos llegado. De Montilla volvió el Beato Diego á Sevilla donde tuvo una entrevista con su Director, y de aquí pasó á Cádiz á predicar una novena, y una misión ó ej reicios al clero. Terminados estos trabajos apostólicos, volvió por Ronda á Málaga, doude estaba de conventual. y allí es- cribió esta preciosa carta, cuyo original tiene muchas pa- labras que apenas se e: tienden, por estar la tinta ya des- colorida y casi gastada. Para buena inteligencia debe saberse que por aquel tiempo (11 de Junio del año 1777.) celebró nuestra Pro- vincia capitulo, en el convento de Granada, enel cual fué elegido Provincial el insigne P. Jerónimo de Almo- naster. Conociendo este P. cuanto conviene para ¡la for- mación de los novicios y estudiantes tener maestros y lectores santos y sabios, quiso monmbrar Maestro de No- vicios al Beato Diego qne era uno de los PP- que más sobresalían entonces en santidad y sabiduría. Otros capi- tulares creyeron más conveniente que el P. Diego siguie- se en el ministerio de la predicación, con la cual era el asombro de su tiempo, y daba á la Provincia más Justre y á D'os más gloria, de la que podría darle en el Magis- terio. Triuntó al principio la opinión del primero, y enviaron al Beatc Diego el nombramiento de Maestro, que él renunció humildemente, creyéndose incepaz de di cho cargo: Aquí debemos notar que este sauto varón tenía un ho-