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fuerte vínculo del amor divino y llenas igualmente del espíritu de Dios. Este lo dispuso como fué su beneplácito, y a nosotros nos toca adorar siempre los profundos juícios del Altísimo. CUALIDADES DEL BUEN DIRECTOR Es dicho común tomado de santa Teresa, que el director espiritual debe ser sabio. devoto, pru- dente y experimentado: esto es mucha verdad, pero no es toda la verdad; se necesita además para ser buen director, el discernimiento de espí- ritu, es decir, una mirada profunda que penetre al alma dirigida; cierta intuición divina de los cami- nos de Dios y de sus designios particulares sobre las almas; todo lo cual poseía el P. González en alto grado. Instruído en los secretos de la vida in- terior, versado en los estudios de nuestros incom- parables místicos, experimentado en los caminos de la vida espiritual y elevado á los más altos gra- dos de oración, veía con luz prodigiosa el seno más recóndito de las almas, adivinaba sus cami- nos, y sabía aprovechar la ocasión para dirigirlas por ellos. Saber esperar la hora de Dios y aprovechar la coyuntura de la gracia divina es otro de los dones concedidos á los buenos directores: los que no sa- ben esperar la hora de la gracia, los que se ade- lantan á ésta, y sin ella empujan á las almas, ó van delante de ellas como arrastrándolas; estos no sa- ben dirigir, sino fatigar y cansar á sus dirigidos.

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