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Nan Miguel de dez LL, Ba DELE 4 f ÚEPLCLS Ya 4 Inton20o, ho de Fi ¿MN . loz: 110 c30NZAtCZ, NAlura Riotinto, 4 7 sobispado de / / NCY ! léase Ñ porto j Portugal, y de De d Ina de Cabrera, nal ral le Lara ral, (léase Arahal) su mujer. Fué su padrino Fuan “ Intonio de Zurita, VECtidO de 1 COLLAacion . Qd Nan 1S$1- doro, € quien adverti el parentesco espiritual y obliva y j ; ; : , cion ae enseñar ta doctrina cristiana « su UI 1JA do que E O A rn Ars Forte Po e nacto ét q1a res ae d1cHho mes: v o firm ¿cha ul su pra.=D. Alonso Morgelo. Según los datos que hemos adquirido para es- cribir esta biografía, resulta que los progenitores del P. Javier eran personas acomodadas y de bue- na fortuna, temerosos de Dios, católicos prácticos, y tan virtuosos, que el ejemplo de su santa vida movió á sus dos hijos, Nicolás y Francisco, á consa- grarse á Dios, uno en el estado eclesiástico y otro en el religioso. El primero fué Beneficiado de la pa rroquia de S. Miguel y Capellán de las MM. Capu- chinas hasta su muerte; y el segundo, que fué nues tro héroe, brilló entre los Mínimos por su sabidu- ría y su virtud. Pocas noticias tenemos de su infan- cia, y de entre esas pocas solo podemos asegurar con certeza qué fué educado en el temor de Dios, y que siendo muy joven tomó el hábito de religio- so, profesando la estrecha regla de S. Francisco de Paula. Dedicado á los estudios, manifestó un talento extraordinario para las letras, y una índole muy á propósito para el ejercicio de las virtudes; y apro- vechando uno y otra fué un varón no menos sabio que ejemplar. Siguió la carrera de la cátedra hasta su jubilación en la religión, pero su profunda hu- mildad le hizo mirar con aversión las prelacías y