BCCPAM000535-7-08000000000000

— 103 + J..M. y J. Córdoba 20 de Febrero de 1778 Amadísimo Abuelo y venerado Padre mío en el Señor: éste nos dé su gracia para que le sirva- mos: Recibíla de usted con el aprecio que se me- recen los extraños efectos que en mí obran sus le- tras: bendito el Señor por todo!Usted Padre mío me vivifica, me anima y me renueva con sus ex- presiones. Yo, siempre tronco, parece que no acier- to á dejar los nudos ni la corteza. Sigue la Misión con un fruto universal y ex- traordinario, porque lo es la moción que ha dado el Señor á estas gentes, de suerte que piensan to- dos sériamente en su reformáción. La Misión al Clero se concluye hoy; en ella hubo trabajos hasta que llegó la de usted, porque mi miseria siempre me acobarda; después no ha ido mal. El Señor Obispó ha asistido todas cinco tardes; mañana es la procesión de Penitencia y pasado la despedida, y luego el 23 hago ánimo de salir para esa. Usted, Padre de mi alma, no cese de darme sus bendiciones qué, aunque nolas veo, conozco por los efectos que llegan acá. Sus oraciones de usted son todo mi remedio, porque las de un Padre son el todo para sus hijos, como se vió enla Cananea, En las inútiles mías pido sin cesar á Ntro. Señor guarde á usted muchos años en su santo amor y gracia. Soy de usted un ió malo que en Dios lo venero. 2 Diego « 3. de Cádiz.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz