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XI El estado religioso es estado de perfección. Fratres.... perfecti estote. Hermanos... sed perfectos 11 AD Cor, 13, 11. Y) EVOTA sierva de Cristo: Tiempo há que deseo 7% poner en ejecución lo que en la tuya me dices, => «7 “a y no sé por qué motivo no lo he puesto ya por obra. Tú deseas que comencemos á tratar, pero despa- cito y con calma, de nuestro propio estado, del estado religioso; y mis deseos se amoldán tan perfectamente á los tuyos en esta ocasión,.que á ese 1moldamiento podríamos llamarlo muy bien miel sobre hojuelas. Claro está que ha de serme grato conversar contigo sobre este asunto, porque ¿cuál es el comerciante que no habla con gusto de sus negocios, y más sl éstos le producen ganancias? ¿A qué mercader no le gusta pregonar.su mercancia? Pues mercaderes somos nos- otros, según frase de Jesucristo en su Evangelio; pero mercaderes que negociamos y comerciamos con las perlas de las virtudes y con la preciosa Margarita de la santidad. ¿Por qué, pues, no hemos de pregonar nosotros nuestra mercancía, y más siendo ella tan preciosa y de tanto valor? Hablemos, pues, de nuestro estado, del estado religioso, que esas dos solas palabras nos darán materia para hablar mucho y bueno. Aquí es casi necesario emplear un método escolás- tico para fijar con precisión las ideas y no divagar

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