BCCPAM000535-2-23000000000000

Las Inspiraciones. La poda ¡ue en esta viña se acostumbra estan com pleta, que no deja nada gu e desear; porque en ella se pasan días, meses y años en ir cortando todo lo supér- fluo, para que las vides se crien rectas y derechas hacia el Cielo, buscando siempre la gloria de Dios. Y si alguna planta, porel buen cultivo que tiene, se carga demasiado de pam pi 1nOs Oyd ral 1mo0s, los supe- riores, como hábiles podado van arrancando con cuidado unos y otros, para qué no den más hojas ni más frutos de lo ¡ue e pue den llevar. Conocen ellos muy bien la carga que puede soportar cada uno, y asi la distribuyen con equidad. A la vid lozana y frondosa la dejan llevar cuantos racimos puede, porque si no la obligan á dar fruto, dará mucho follaje; y á la plan- ta que ven endeble y envejecida, la descargan de ra- cimos para que no trabaje sobre sus fuerzas. Pues labradas y cultivadas con tanto esmero las cepas de esta Viña del Señor, ci ¡ue El debe poo: recoger de ellas una cosecha abundante: mas ¡ay! ; Pe es donde viene lo triste y lo doloroso! Bien prev ió. Il Profeta lo que había de pasar en algunas cepas de esta viña, cuando dijo: «Voy á cantar las bris- tes endechas que ha de cantar mi Amado á su viña: El la p Mdantó de a tos esc ogidos, edificó una torre en medio de ella, y construyó en la torre un lagar esperando que la viña produjera uvas, y no produjo más que agraces. Por eso dice el Señor: «Juzgad aho- ra varones de Judá; juzgad entre mi y mi viña. ¿Qué más pude hacer por ella, que no lo hiciera? ¿Qué más debí hacer? Pues, ¿por qué en vez de maduros racimos me ha dado verdes cencerrones? Mas yO 08 diré lo que haré con mi viña: le quitaré la cerca, de- rribaré el vallado y quedará para ser pisada de los transeuntes. La dejaré desierta, no será más podada 5