BCCPAM000535-2-23000000000000

< d paar, . "Ez 14 ¿Está” florido, de modo Jos pueda pasear por él el Ani 1do de tu alma? Pues entonces, sigue cuidándolo, ten muy limpio los as por donde corren las aguas de la gracia, y aparta con esmero todo impe- dimento que púed: 1 interceptar ese canal misterioso por donde corren las gracias, desde el Corazón. de Jesús hacia el nuestro. Porque, si te descuidas en este punto, s1 haces poco caso de cosas pequeñ 13, S1 ves tus Imper fecciones y dices, eso no es nada; entonces por ese camino llevarás á dente no quieres ir, verás tu vergel agostado, y Jesús te dirigirá con muchísima razón aquella queja que tanto te estremece: Viña que- rida, yo te planté de sarmientos escogidos, ¿pues cómo te has hecho viña depravada, que produce fru- tos amargos para mi corazón? Mas si por desgracia te encontraras ya en este caso, ¡ay! entonces sería me- nester regar las flores con lágrimas y empezar otra vez de nueyo. Cuando un alma religiosa, por hacer poco caso de cosas pequeñas ha venido á caer en cosa graye, esta caída causa en ella tanto estrago, que nose puede bien ponderar. No sólo pierde con eso la gracia y amistad divina; nosólo ofende á Dios y pierde el de- recho que tenía á la herencia del Cielo; no sólo se hace acreedora al infiernoy á tormentos perdura- bles, como pasaría á cualquiera otra que pecara, sino que además pierde la paz interior, la libertad de es- píritu, la alegría del alma, el mérito de todas las buenas obras que haya hecho, y el gloriosísimo títu- lo de esposa de Cristo, q uedando convertida en amiga de Satanás, y en habitación de demonios, según las frases d los libros sííntos. Bien podemos pedir á Jere- mías sus patéticas lamentaciones para llorar la ruina y los estragos de esa alma. ¿Cómo se ha obscurecido el oro, perdiendo su brillo. y hermosura? ¿Es ésta la hija de Jerusalén, en otro tiempo tan hr mosa? ¿A quién te compararé, Virgen de Sión? Has per- dido tu decoro, patente está tu ignominia, pues has A A RA peo a AR O O o

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz