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A E RA e e e E OOO a SOS ae NO 00 ae ajo a X e É MIENTRAS MAITINES o puedo ni deseo resistir á la obediencia; . quiero mejor darle gusto, á ver si consigo AFD una vez que ella me lo dé á mí..... y por dár- se lo escribo esto que debiera quedar oculto en el fondo de-mi alma. A. las doce de la noche en punto comenzamos el coro, y al empezar el Venite exultemus Dómino, del oficio Divino, me imagino hallarme ante el trono de la Santísima Trinidad, unida á todos los santos de nuestra Orden, para alabar á Dios trino y uno. Luego que empieza el primer nocturno, dirijo mi pensamiento á la ciudad ingrata de Jerusalén, donde contemplo en el Cenáculo á mi Divino Salvadorque, despojándose de su manto, se levanta las mangas de , su túnica, para empezar aquel sagrado Lavatorio: yo le veo arrodillarse á los pies del mismo Judas, Yi»... asombrada, contemplando aquel abismo de humil- dad, mi alma se acerca á El y le pregunta: ¿Qué haces, vida mía? ¿Has olvidado quién eres? ¿Has olvidado tu grandeza y Divinidad? Y pienso que levanta hacia mí sus hermosos ojos, y me dice: ¿Ves estas manos en las que el Padre puso todas las cosas? Pues, yo las pongo á los pies de mis criaturas para