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360 CARTA XLVII ELECCIONES Y PRELACÍAS. Antojos de Margarita: no accedo á ellos; y por qué: me limito á elecciones y prelacías: lo más perfecto en materia de cargos y oficios es no desear nada, ni rehusar nada: razones de esto: Ay de la que desea ser Prelada: bien puede creer que ese deseo es inspiración del diablo. Palabras del Profeta Samuel y elección del Rey David. Desastres que unas malas elecciones pueden traer 4 una Comunidad: fenómeno extraño: miembros hermosos y perfectos, mirándolos aislada- mente: juntos forman un cuerpo deforme y feo: la deformidad se convierte en monstruosidad, si cada miembro no está en su sitio. Por esta causa puede suceder algo monstruoso en algunos conventos: pasa de hecho cuando algunas religiosas no están en el lugar que Dios quiere y la obediencia ó la ley señala, sino en el que buscó su ambición ó le dió la envidia: es mucho para sentir y llorar: diálogo entre religio- sas: sus torcidos fines al elegir: Quejas de Dios por esta causa: amenazas que hace por Isaías: Donde pasa esto de que Dios se queja es imposible el arreglo y la perfección común. Cómo y á quién se-debe dar el voto: lo que debe hacer la que es elegida. ...... . 299 CARTA XLVIH.O ri AE La Perrecra PRELADA. 1 pl El Capítulo 31 de los Proverbios: Sobre él fundó Fray Luis de León su Perfecta casada. Entendido en senti- do místico lo podemos aplicar á la perfecta Prelada. Cuán raro es este tipo: ¿quién lo hallará? Señales para conocer á la buena prelada: sus deberes y obli- gaciones: 1. procurar el bien espiritual de sus hijas: 2.2 proveerlas de todo lo necesario en lo temporal: males que se siguen de no hacerlo así: cuán repren- sible es la que no lo hace: abusos que. se cometen: La buena Prelada debe ser como nave de mercader: ex- plicación de este verso: embarcada en esa nave lleva al cielo sus lágrimas y trae de allí todo lo necesario para su Comunidad: Todo lo reparte equitativamen- te según el texto: Debe mirar bien el campo de la pefección, comprarlo y plantar en él una viña de amores divinos: es un versículo precioso. La buena Prelada debe distinguirse por su mortificación y