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CARTA XLIl EL ALMA RELIGIOSA PALOMA DE JESÚS. Idilio de amor divino óuna estampa del Sagrado Cora- zón: las palomas de Jesús: En ld sagradas letras, llama Dios muchas veces al alma paloma suya: sim- bolismo de esta avecilla. Cinco propiedades que ha de tener el alma para ser paloma del Marta Co- razón: y cinco señales por donde se conoce si lo es: 1.* pureza de conciencia y rectitud de intención: 9.2 la sencillez: cuan rara es! doblez de algunas criaturas: 3.4 no se posa nada más que en el árbol de la cruz: cotejo con la vida práctica: 4.* no hace su nido nada más que en el sagrario: vida de amor de una religiosa enamorada del Santísimo Sacramen- to: 5.* días de tempestad para la paloma de Jesús: dónde se refugia mientras dura la borrasca: forta- leza y ternura de algunas almas: preciosa conside- ración y de mucha enseñanza pára las religiosas. _CARTA XLII LAS TEMPESTADES DEL ALMA. Pruebas interiores de almas muy aprovechadas: Una cuenta de conciencia: purificación interior, su con- veniencia: Jesucristo fué entregado en la noche de su pasión al poder de las tinieblas:'en ocasiones, sucede á ciertas almas algo parecido: tormenta que entonces sufren: De élla nos da una idea lo que aconteció á los apóstoles en el mar de Genezaret: Detalles contados por los evangelistas. Sueño de Jesús: peligro de naufragar: quejas de los apóstoles: Jesús se levanta y los reprende: calma con su pala- bra el furor de las olas: aplicación de este pasaje 4 nuestro asunto: semejanza entre unos peligros y otros. Confianza que hemos de tener en Dios. Lo facil que es faltar á ella. Debemos esperar con la fe de AÁbrahan y seremos salvos. No puede naufra- gar bajel en que Jesús navega. a CARTA XLIII VALOR Y MÉRITO DEL PADECER POR D1os. Paz que trae al alma el sufrir por Dios: ese sufrimien- to es la mejor penitencia que podemos hacer: nos 264