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PPP 334 El retiro, te repito, la soledad has de amarla; sin esto la Religiosa es un Pez fuera del agua. . Huye de la ociosidad que es de todo mal la causa; las Virgenes necias fueron por tal culpa reprobadas. Estarás en todo tiempo de algún modo ejercitada, 6 Magdalena en el coro, 6 en la oficina hecha Marta. Tu oración será continua, pero huiillde y reservada; no quieras ser vista en ella, porque á Dios no será grata. Ciñe siempre tus costados con la penitencia amarga: sube al monte de la mirra que al Esposo allí se halla. Llevarás del buen ejemplo en tus manos luces claras, para edificar á todos, no para ser alabada. Huye singularidades y mucho más de inventarlas; sigue la vida común, pero no la inobservancia, En el instante que oigas la señal de la campana, correrás alegre al Coro á dar á Dios alabanzas, En el coro asistirás con modestia, recatada, humilde, atenta y devota, como que es Dios con quien hablas, A las Religiosas siempre las amarás como hermanas; con todas serás igual y con ninguna extremada. No te quejes jamás de ellas por agravios que te hagan; que las quejas suelen ser murmuración paliida. No admitas que otra murmure contigo de quien la agravia; dale cofisejo, si puedes, y vuelve por la culpada. Para asuntos semejantes á nadie darás la cara, á todas les harás frente y guardarás sus espaldas. Nunca mires los defectos de súbditas ni preladas; mira la viga en tus ojos y en otros no hallarás paja. Si alguna culpa les vieres, tenla siempre reservada; mira por su estimación y ama el honor de tu Casa. De la comida no hables, si es desabrida Ú escasa; para el sustento no sirve ni el exceso ni la salsa, De la celda no saldrás, si no fueres precisada; ocupa bien todo el tiempo, pues nunca vuelve el que pasa. Las novedades del siglo nunca pidas te las traigan; muerta ha de estar para el Mundo la que al Señor se consagra. La intención en el obrar procura rectificarla, pues sin esta condición toda acción será viciada, Sobre todo has de esmerarte en una observancia exacta de tus leyes, aunque sean ó te parezcan pesadas. Tu regla y constituciones tan fielmente has de observarlas, queni un ápice el más leve omitas en su observancia. Especialmente á los votos tu atención has de aplicarla; obligación sobre todas, pues ninguna se le iguala, En la obediencia serás ciega, muda, maniatada; la yoz, vista y movimiento lo tendrás de quien te manda. Su infracción es igual culpa que adorar mudas estatuas;

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