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307 quién la hallará? Esto es: dónde encontraremos una Prelada de corazón valeroso, que cuide muy de veras de la gloria de Dios, de la santificación de su alma y del aprovechamiento -de sus hijas? Dónde hallar esa mujer fuerte, que tenga valor para humillar á las soberbias, enfrenar á las relajadas, estimular á las perezosas, quitar idolillos y dijes á las aniñadas, las visitas á las parleras, la vagancia por el convento á las distraidas y las familiaridades impertinentes con sus hermanas á las que no las tienen con el Esposo divino en la oración? Dónde hallar esa Pre- lada, que trabaje, porque descansen sus súbditas; ayune porque coman ellas; aplaque á Dios, cuando esté con ellas enojado,- y esté pronta á perder la salud y la vida y la honra mundana, si.,fuere preciso, para cumplir bien su oficio? Dónde encontraremos esa mujer fuerte, que ahuyente de los locutorios á la gente ociosa, que á ellos ya á reir y á perder el tiem- po con sus hijas; y á éstas las lleve al huerto cerrado para apacentarlas allí con su ejemplo y su doctrina, siendo á un mismo tiempo madre, doctora, capitana, maestra, consuelo y guía de sus religiosas? Una Pre- lada de esta clase quién la encontrará? En verdad que ha deser cosa rara y de mucho precio, como traida de los últimos confines del mundo, esto es, del cielo, pues de allá envía Dios ese regalo á las Comunidades que mucho ama, dándoles por prelada una mujerde su confianza, según añade el texto. Confidit in ea cor viri sui, et spoliis non indigebit. Confió en ella el corazón de su Esposo divino, y no necesitará despojos. Mucho confía Dios en una Prelada, pues le en- trega lo que más ama en este mundo, sus esposas predilectas, las niñas de sus ojos, y las hijas de su corazón; y se las entrega para que cuide de ellas para que vele por ellas y se las haga perfectasy santas; y ella debe correspondeg á esta confianza de Dios, poniendo sus cinco sentidos en el apro- a Pe E
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