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Crédidi ó el salmo de las religiosas. arisma en Cristo. Buen pensamiento me ha sugerido la lectura de tu grata. Dices en ella que, aunque no entiendes bien el significado del salmo 115, no obstante, cada vez que lo rezas, hallas en él un gusto especial, un sabor de cielo que te encanta y embelesa, sobre todo las palabras Vota mea Domino reddam, y aquellas otras que dicen Quid retribuam Domino, te parece á tí que fueron dichas de intento para que las religiosas expresaran Con ellas los sentimientos y afectos de su corazón agrade- cido; y que tanto esas palabras como todas las demás deben ser objeto muy digno de.meditación para las almas á Dios consagradas. Y como consecuencia de esto, añades: «Si estoy en lo cierto, entreténgase usted un día en parafrasearme ese cántico del profe- ta-rey para consuelo mío y de mis hermanas, y si nO, dispense mi atrevimiento.» l leer esto, reflexioné un poco, vi que tenías razón, y me propuse darte gusto, dedicando la pre- sente á comentar ese salmo, en cuyos versículos tanto consuelo halla tu alma. El se halla en el texto he- breo unido con el anterior, formando un solo cánti-