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a AN AAA NS ER RO PP. A A PES El alma religiosa, paloma de Jesús. Surge, propera, amica mea, co- tumba mea, el vení. Levántate, amiga mia, palo- ma mía, y ven. Cánr., 2, 10. YWY arisma en Cristo: Buena viene la tuya que Eo tengo delante; pero buena! inmejorable! Citaré ASA tus palabras para que no lo tomes á broma. «Al leer, Padre mío, el último encargo que V. me hacía en su grata,. fijé mis ojos en una hermosa es- tampa del Sagrado Corazón que tenía en un libro abierto sobre la mesa, y me quedé embelesada ante aquel idilio de amor divino. En ella se ye á Nuestro Señor lleno de majestad y hermosura, rodeado de blancas palomas, unas volando á su alrededor; otra po- sada sobre su hombro, como hablándole al oido; otra colocada en su rodilla, inclinada bajo el suave peso y las dulcísimas caricias de la mano mil yeces bendita de Jesús; otra haciendo en la abertura de aquel Cora- zón diyino el nido de sus amores; y todas ellas con flores en el pico; cuál lleyando un hermoso.pensamien- to, cuál una linda azucena y cuál una rosa encendida, cuyo aroma, sin duda, agradará mucho á Jesús, por- que se le ve en la estampa mirando á sus palomas con cariño entrañable, con amor indefinible, con una mi-