BCCPAM000535-2-23000000000000
179 por cosa cierta y ayeriguada no poder sostenerse por mucho tiempo un alma soberbia sin caer en el cieno de la impureza. La humildad es el mejor adorno dela pureza, es el traje que la hermosea; y así como una persona hermosa resultaría fea y desagradable sin adornos ni vestidos, así la pureza, despojadtiy desnu- da de humildad, es desagradable á los divinos Ojos; y San Bernardo es de parecer que la misma pureza de María, la virginidad incomparable de nuestra dulce é inmaculada Madre, no le hubiera agradado á Dios, sihubiera estado desprovista de humildad. De la paloma que Noé echó del arca para ver si habían cesado las aguas del diluvio, dice la escritura que, no: hallando donde posar sus plantas sin man- charlas con el lodo de que estaba lleno el mundo, se volvió al arca, queriendo más bien vivir encerrada que contaminar la blancura de sus plumas con el fango de la tierra. A esta paloma debe imitar el alma casta, y esa es otra de sus mayores obligacio- nes. Mire mucho la religiosa dónde posa sus plantas, y sus ojos, y sus manos, y sus pensamientos, y los afectos de su corazón. Sea casta como la paloma del arca, y, á imitación de la “abeja, no se pose nunca más que en flores odoríferas y de cáliz perfumado. Hazlo tú así, Margarita, y á ver si por este medio consigues ser la paloma del Corazón de Jesús, palo- ma que haga el nido de sus amores en la ¡abertura de aquél Corazón divino. Oblíganos por fin el voto de castidad á recurrir á Dios por medio de la oración. Vivir siempre en pu- reza es una cosa que supera todas las fuerzas huma- nas: conservar siempre la castidad es cosa tan alta, que no basta para conseguirla toda.la industria del hombre: de otra parte nos ha de venir esa perseve- rancia en la pureza, y el camino por donde viene es el de la oración. A fuerza de ruegos hemos de con- seguir la posesión de ese dón celestial, y á fuerza de lágrimas hemos de regar y tener siempre frondosa la
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz