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155 de adquirir alguna cosa para sí, ya le venga por herencia, ya por donación, por testamento ó por cualquier otro camino; pero en las Congregaciones modernas que no hacen votos solemnes, ó á lo menos en muchas de ellas, el voto simple de pobreza deja al religioso el derecho de propiedad y sólo le quita la libre administración ó manejo de sus bienes. De lo dicho se infiere que el voto solemne de po- breza es un sacrificio con el cual se priva el hombre por amor de Dios de todos los bienes que posee, renunciando no-sólo el derecho de posesión, sino la facultad de adquirir y hasta la de disponer á su ar- bitrio de las cosas concedidas á su uso; po suerte, que Na no puede tener en la tierra dominio, posesión, señorío, administraci 1Ón, ni uso jurídico de nada, ni aún delas cosas necesarias á la vida, porque de ellas sólo puede servirse lícitamente con dependencia de los superiores. Y el voto simple es un sacrificio por el cual se priva el religioso, no del derecho de pro- piedad, ni del dominio radical de sus bienes, ni de la facultad de adquirir algo en lo sucesivo, sino solamente del acto de propiedad, esto es, del manejo y administración de los bienes temporales, (propios ó ajenos). Y así, mientras le dure el voto, de ningu- na cosa, terrena puede disponer lícitamente sin el permiso de su Prelado. De modo que, aunque teó- ricamente haya inmensa distancia entre uno y otro voto, en la vida práctica es poca la diferencia que hay entre el voto simple d e pobreza y el solemne, puesto que ni con uno ni con otro podemos disponer de las cosas á nuestro arbitrio, sino dependientes siempre de la obediencia; y esto hace, que podamos precisar los casos en que una religiosa, sea la que Tuere, tenga votos simples ó solemnes, pecará contra el de pobreza. Vimiendo, pues, á ello, te diré que peca la reli- glosa que posee, tiene, da, recibe, compra, vende, cambia, retiene, presta, destruye, se lleva, dial

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